En mi sociedad no aceptan putas.
Mete-saca,saca-mete...
Soy descendiente de Afrodita, la
chola,
los dioses me trajeron bello
y con mediano pene.
En el trabajo que conseguí
me tiro hombres, señoras,
abuelas y gordas.
No me quisieron pagar
unos burgueses
por dejar de follar
a su perra de raza.
Mis mujeres han aprendido
que su vagina vale más
que su boca.
Y compito con negros aventajados.
Mi sueño de ser actor porno
es imposible si no se me erecta
en público.
Y entre orgias de mi madre
coincidí con Silvia desnuda
con una marca en el hombro
y en las tetas.
Y lo que ella no sabia
y me faltaba
se complementó en la noche
marchita.