lunes, 22 de julio de 2019

El panadero, 67 años.


Cuando era joven no entendía lo que era ganarse la vida.
Hoy en la madrugada recién lo entiendo mientras cantan los gallos en el corral.
Ahora que siento los pulmones romperse por esta tos con sangre.
Tengo que vender el pan caliente para la mañana.
San Jerónimo ayúdame no quiero morir.
Iremos a los sanadores que curan en tu nombre,
Vamos en un taxi lo pedimos con Uber,no está caro.
Y llegamos no distingo a nadie veo a la muerte y a mi mujer esperándome.
Entramos a un cuarto oscuro donde solo los ángeles pueden ver
Mi única hija casi enloquece ,me operaron ,cortaron pero todo bien y por fin a respirar.
Ya es tarde, mis amigos, el recuerdo de mi esposa y el pan me esperan,
Y con ellos conversamos de los que se fueron y lo que no pudieron llevar
Aunque ya debería dejar de tomar con ellos con esta enfermedad de muerte.
Pero María mi corazón no puede , tuyo aún.

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