NO TIRES LAS CARTAS DE
AMOR
Ellas no te abandonarán.
El tiempo pasará, se borrará el deseo
-esta flecha de sombra-
Joan Margarit
Canto
I
Y hubo
tiempo para Wiracocha
De nombrar
zorros y herirlos,
Cambiar los
ojos a las serpientes
Por unos
más ruines
Y llevar en
soledad al cóndor.
Pero no
hubo tiempo para estos niños
Que tomaron
su esencia
Y nacieron
sin juguetes.
María, la cóndor,
quiso una muñeca.
De la
serpiente, el canto,
y la
velocidad, del zorro.
La conocí
cuando desnudos abrían las piernas
Y no
sentían vergüenza.
Anhelaron
jugar con dagas.
Yo les
decía que den forma a las nubes,
Se
diviertan en el agua.
Y si llovía,
que canten.
Lo que
aprendieron de sus madres
Cuando
jugaron con sus senos
Sirvió para
humillarlos.
Ahora que dios
es el mundo
Y se reencarnó
en mujer,
Y sus palabras
son claras
Y los fieles
las toman
como ciertas,
y millones
de familias
fuera del
recinto sagrado creen
- la
oscurezco
por mirar
su pena en sus tristes ojos.
Canto II
Todo vale:
Al final yo la vería.
Los rebeldes
calvos de la fe
Luchan por
ella
Para salvar
su alma endemoniada.
Si
escapamos de la Tierra,
Ya no
seremos libres murciélagos.
La elegida va
a salvarnos, María.
Eso es todo
lo que deberías saber.
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