—Ten piedad y danos paz.
La verdad
escribo por ti y para ti.
No he visto
tu rostro
y no me
importa.
Tiene una
conexión con la lluvia.
De día
puedo distraerme,
crear un
mundo brillante
y dejarnos
notas en los minerales que se exportan
por si
alguien las lee y llega a ti el recado:
“vuelve
pronto, aquí te queremos”.
Dicen que cuando
llueve las notas permanecen.
Han muerto
hombres
deseando afuera
de ese destino
y han
vuelto por una oportunidad.
Si creen
que eso es el cielo
y que desaparecerá
después de la destrucción:
yo también
lo creeré.
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