sábado, 27 de noviembre de 2021

Se me enganchó el cierre del pantalón en mi pene.

 

Se me enganchó el cierre del pantalón

En mi pene.

He guardado esta imagen

En el altar.

Lloraba y lloraba

Y nadie se acercaba.

A veces jugábamos desnudos

Todo el día en la tina

De color blanco.

Mamá Isabel

Lo veía todo.

Era un Dios.

Yo no era su hijo

Y su forma de quererme

Era limpiar lo que hacia

Y quitar ese dolor.

Al ver mi sufrimiento.

Se arrodilló

Y cerramos los ojos.

Hubo silencio.

Las gallinas no buscaban comida

En la tierra.

Los limpios cerdos no gruñían.

Los patos amarillos miraban atentos.

Y el día se detuvo.

Y dijo: Ya salió.

Y si pudiera controlar el tiempo

 

Y si pudiera controlar el tiempo

Coincidiría contigo, Irene,

En los recreos de la infancia,

Así poder aprender a gritar,

Llorar sin pausa y jugar juntos

A los amantes que se casan,

Tienen hijos y se divorcian.

Y si pudiera controlar el tiempo

Desaprendería lo que sé

De los desdichados,

Cambiaría el sexo solitario

Y me aferraría al beso.

Pero a ti no.

Y si pudiera controlar el tiempo

Me acercaría a los viejos sabios

Que pidieron ayuda antes de morir,

Tal vez respondan la pregunta

De cómo superar los límites de lo prohibido

Y si pudiera controlar el tiempo

Le enseñaría a leer a mi abuela

Y quizá lea lo que te escribo

Ahora ya no me recuerda.

Pero a ti no.

Y es que en todas las carencias

Me diste esperanza de creyente

Me hiciste libre y me has salvado

De un trabajo que no quiero

Una mujer que no amo

Un baile que no es mío

Y un sendero donde morir

Pero a ti no

Y si pudiera controlar el tiempo

Tendría una hija en el colegio

Trabajaría en una fabrica

Y vendería caramelos.

Y si pudiera controlar el tiempo

Me robaría veinte euros en la niñez

Y así viajaría por el mundo

Me compraría un helado

Y una pistola.

Pero a ti no:  Maldita poesía.

 

Pachacamac y la Pacha

 

Wakon y Pachacamac han jugado

Desde niños a ser dioses.

¡Tu perdiste yo gane! -ríe Wakon.

A Wakon nadie lo corrigió.

Pachacamac en el oriundo cielo

Conoce a Pachamama, un obelisco.

No había pecado -estaba prohibido-.

Y juraron unir sus sexos

En la tierra.

Huiracocha ordenó: Se enamoren

Y tengan mellizos, los Wilkas.

Bebes desordenados y sin babero.

Su destino es convertirse en astros.

Pero el lascivo deseo de Wakón

Era poseerla.

Hubo terremotos y sombras

Por miles de años por su rechazo.

Y de nuevo Huiracocha ordenó

Volver al comienzo

Sin conocerse.

Siempre perdona el padre

Que quiere a sus hijos.

Ahora Pachamama

Escribe libros desde su tierra.

Florece, vive en otros seres.

¿Cómo conocerá el cielo

 de Pachacamac , la  Pacha ?

Tal vez un viaje inesperado

Con paciencia de gato.

Y cuando se encuentren

Y la tenga cerca

Dirá que la quiere.

La luna y el sol

serán  sus hijos.

Los wakon querrán evitarlo.

Hombres con poder y su daño.

Pensará que es un niño tonto.

Pero ya están destinados

Y sus cuerpos se extinguirán.

Y se volverán a encontrar.

Y la súplica que haya escrito

Por los futuros mellizos

La leerán las bestias

Y serán ellas quienes protegerán

Por milenios

Al día y la noche.