Se me
enganchó el cierre del pantalón
En mi pene.
He guardado
esta imagen
En el altar.
Lloraba y
lloraba
Y nadie se
acercaba.
A veces
jugábamos desnudos
Todo el día
en la tina
De color
blanco.
Mamá Isabel
Lo veía todo.
Era un Dios.
Yo no era su
hijo
Y su forma
de quererme
Era limpiar
lo que hacia
Y quitar ese
dolor.
Al ver mi
sufrimiento.
Se arrodilló
Y cerramos
los ojos.
Hubo
silencio.
Las gallinas
no buscaban comida
En la
tierra.
Los limpios cerdos
no gruñían.
Los patos
amarillos miraban atentos.
Y el día se
detuvo.
Y dijo: Ya
salió.
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