Valentía para abandonar sus sueños
(Y no odiar a los afortunados).
Se escuchan los gritos rebeldes de
padres que se esforzaron por un
premio.
“¿Me cuidarás cuando sea vieja?”
Pregunta Eva.
Brillan sus ojos chinos.
Pero: ¡no está prohibido
Lo mundano!
¡Lo que es pecado
será mi deseo!
La creencia en verse joven
si se cuida más la cara.
Su esperanza en la vejez:
“que me lleven al asilo
los hijos que no crié”.
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