¿Por qué te has rebelado?
No entiendo tu herida.
Redescubramos arder el cielo
con la guía de tu perro muerto
y tu dulce maldad gemela.
Lo que te he ocultado de mí
lo diré en silencio;
comprenderé
qué te hizo daño y por qué no hablas,
y el misterio del puñal que visitas
en el agua.
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